1975
En julio Surinam
obtuvo la independencia. El Primer Ministro Joop den Uyl aprovechó
la oportunidad de deshacerse de la colonia, tanto por razones
ideológicas como políticas. Holanda prometió pagar miles de
millones de florines para el desarrollo de la ex-colonia, la mayor
ayuda per cápita jamás asignada hasta el momento. Numerosos
ciudadanos de Surinam tenían poca fe en la viabilidad de su propio
estado independiente. Decenas de miles de ellos (mientras que todavía
podían viajar por tener la ciudadanía holandesa) se fueron del país
al último momento y se instalaron en los Países Bajos.
El déficit
presupuestario alcanzó la cifra récord de más de 15 mil millones
de florines. El ministro de Finanzas Wim Duisenberg
(1935-2005) quería financiar este déficit mediante cortes serios
del gasto público.
En diciembre, se
estableció la Federación de Sindicatos de Holanda (FNV), una fusión
de la NVV y el sindicato católico NKV.
Después del
chantaje por parte de los EE.UU., (la línea rentable que la KLM
tenía entre Nueva York y Amsterdam fue puesto bajo presión Nueva
York), el Ministerio de Defensa se doblegó y eligió el caza F-16
como sucesora del Starfighter de Lockheed. A modo de compensación, la
productora General Dynamics prometió una participación del proyecto
a ciertas industrias holandesas holandeses. Con el F-16, una vez más
Holanda optó por un aparato estadounidense en lugar de un avión
europeo.
El 2 de diciembre, un grupo de siete jóvenes moluqueños se apoderaron de un tren en Wijster, cerca de Groningen y tomaron rehenes.
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El tren ocupado |
Su objetivo era la recuperación, con la ayuda del gobierno holandés. de la República Surmoluqueña, en las Molucas, que desde 1949 formaba parte de Indonesia. Cuando el gobierno se negó a cumplir con las demandas, los ocupantes del tren empezaron a ejecutar rehenes, tres de los cuales fueron muertos. En total, la acción duró 12 días y no llevó a nada. Paralelamente, otro grupo de muloqueños se apoderó del consulado de Indonesia en Amsterdam (4 de diciembre). Esta acción tampoco tuvo el resultado deseado. Los perpetradores eran hijos y nietos de veteranos del ejército colonial holandés de las Indias Orientales (KNIL), que habían huído de Indonesio por temor a represalias del gobierno de Soekarno. Una vez instalados en viviendas precarias en zonas aisladas del país, los veteranos y sus familias habían recibido un tratamiento más que escandaloso del gobierno holandés, lo cual había alimentado los rencores entre los jóvenes.
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