domingo, 21 de abril de 2013

1941

Los alemanes empezaron la persecución de los judíos. Todos los judíos tuvieron que registrarse con las autoridades en el lugar de su residencia. En febrero, una huelga espontánea tuvo lugar en Amsterdam contra las humillantes medidas antijudías.  

Los alemanes crearon una cúpola para la agricultura holandesa, el Landstand (Corporación del campo) a la cual todos los agricultores de los Países Bajos tenían que asociarse. Todos aquéllos que ejercían un “oficio cultural” tenían a asociarse a la “Sala de Cultura”. Todos los cineastas, periodistas, escritores, actores, arquitectos, músicos, artistas, pintores, escultores y bailarines tenían que registrarse en la sala. Quienes no lo hacían y no obstante seguían trabajando, tenían que pagar una multa altísima. En todos los niveles de la administración pública se introdujo el “Führerprinzip” (principio de conducción unipersonal o de líder), de origen nacionalsocialista. Anton Mussert (1894-1946),
jefe del NSB, fue designado por Seyss-Inquart como "líder del pueblo holandés", un título que, por cierto, estaba completamente sin sentido y sin contenido, ya que el poder real estaba con los alemanes. Rost van Tonningen, el líder más radical dentro del NSB, y que las mejores relaciones tenía con los jefes nazis, fue nombrado presidente del Banco Central Holandés.

Después de la invasión alemana de la Unión Soviética (Operativo Barbarroja, 22 de junio), muchos jovenes holandeses entraron al servicio de las SS. 
Al menos 20.000 holandeses se ofrecieron como voluntarios para combatir en el frente oriental, en la lucha contra el bolchevismo.

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